Jueves, 28 Noviembre 2019

Entrevista con Sergio Bienvenuto

Conociendo a nuestro Jurado

"Los festivales de cine de Gibara (Cuba) y Soria se parecen, sobre todo por la interacción con la comunidad"


ENTREVISTA CON SERGIO BIENVENUTO

 
El programador del Festival Internacional de Cine de Gibara y asesor de Jorge Perugorría, encuentra muchas similitudes entre el certamen cubano y el de Soria, especialmente por las actividades culturales que acompañan a las proyecciones, su carácter internacional y la interacción con la comunidad.
 

Sergio Bienvenuto Solás tiene un apellido que ya delata su relación con el cine. Es sobrino del gran Humberto Solás, uno de los directores clave del potente cine cubano que surgió tras la revolución. Con él trabajó en dos largometrajes y le ayudó en su tarea de poner en marcha un proyecto ansiado por el veterano director cubano: El Festival de Cine Pobre. De 2001 a 2011 lo dirige y asume todo el mando tras del fallecimiento de Humberto Solás. Después hubo unos años en los que se aparta del proyecto y vuelve con la llegada de Jorge Perugorría en 2016. Desde entonces es el programador y asesor del Festival Internacional de Cine de Gibara, ya sin el apodo de ‘pobre’, pero con la misma intención de llevar hasta una comunidad deprimida el cine y la cultura al máximo nivel. En su día fue guionista y ayudante de dirección de los largometrajes de Solás, Miel para Oshún (2001. Candidata al Premio Goya) y Barrio Cuba (2005).

 

¿Cuál es la filosofía especial del Festival de Cine de Gibara?
Desde un principio se concibió como un festival aglutinador de cine alternativo, en el que se ponía la profesión por delante de cualquier otra circunstancia. Fue el primero en exhibir una película digital en Cuba y sigue siendo referencia para la muestra de cine alternativo, social y cine de autor. Por eso existe el Premio Humberto Solás al cine en construcción y también el premio Lucía, en honor a una de las mejores películas cubanas de todos los tiempos.

La tecnología ha permitido abaratar costes de producción en cine. Aún así, ¿cómo se enfrentan los cineastas a la difícil situación económica que se vive en Cuba?
El uso de la tecnología ha abaratado la producción, lo que permite tener una primera edición y ver si se va a continuar antes de la post-producción. Antes se hacían en Cuba una o dos películas al año y ahora diez, con lo que las nuevas formas de producción están facilitando que el talento de los cineastas se pueda mostrar.

Los festivales de Gibara y Soria ¿tienes similitudes?
Se parecen, primero, por su internacionalidad, y después por la interacción de ambos con la comunidad local. La relación de Soria y Gibara no es coyuntural. Viene de largo, de la conexión con La Boca del Lobo y los excelentes cortos que allí se programaban. Entonces, Aldo Bienvenuto Solás fue jurado y después Javier (Muñiz) ha sido también jurado este año en Gibara, y allí se hizo contacto con Jorge y ha sido el homenajeado de este año y yo, que tengo la suerte de formar parte del jurado de esta edición. Los dos festivales buscan una correlación entre formación y entretenimiento y en ambos casos se celebran en lugares alejados de los centros de poder y de las grandes corrientes artísticas, pero en ellos se fomenta la multiculturalidad, con conciertos, exposiciones, foros… La programación del Certamen de Soria, además, es de alto nivel y es una gran ayuda para Gibara.

¿Qué puede decirnos del nivel de los cortos que están compitiendo este año?
Tanto el nivel de los cortos que en su día se programaban en La Boca del Lobo, como los de 2017 y 2018 en Soria, que son los que yo conozco, ha sido altísimo. Y este año ocurre lo mismo, lo tenemos muy difícil y seguro que tenemos que descartar alguno que también merecería premio.

Usted que es conocedor de la realidad audiovisual cubana, ¿qué momento vive? ¿hay un resurgimiento?
En cada época hay un contexto diferente que influye en el cine que se hace. Ahora, la producción es más barata y hay menos condicionamientos, con lo que los proyectos son más libres. Pero el cine cubano siempre tiene una tradición de compromiso social, de colocar la realidad de lo que ocurre frente a los espectadores; en este sentido siempre ha cumplido un objetivo educativo y social.

 

"El cine cubano tiene tradición de compromiso social, pone al espectador frente a la realidad”

Sergio Bienvenuto

Las mujeres se incorporan poco a poco a los puestos de dirección en la industria del cine, aunque hay niveles que no se sobrepasan. ¿Ocurre así en Cuba?
En Cuba también ocurre, las mujeres tienen cada vez más presencia, aunque es cierto que las cifras de las directoras de largometrajes todavía son bajas. En los festivales se abordan las cuestiones de género y se tiene una mirada hacia este tema, como se está haciendo en todo el mundo. Últimamente, muchos cortos tienen en la dirección a mujeres, y también en los documentales, pero falta que ellas dirijan películas de ficción, donde es menor la presencia femenina. 

¿Qué opina sobre las nuevas plataformas audiovisuales y su papel frente al cine de toda la vida?
El cine tiene que estar con los tiempos que corren. El cine tendrá una larga vida, porque todavía hay mucha gente que queremos verlo. A lo largo de la historia ha evolucionado y sufrido crisis, pero ahí sigue. Lo mismo pasó con los seriales, han evolucionado hacia la calidad del cine, precisamente. Todas las artes plásticas están cambiando y los géneros se nutren y aportan beneficios unos a otros. Creo que algo nuevo llega y seguro que es interesante para el cine también. 

Cuba tuvo su época de esplendor cinematográfico y llegó a ser la vanguardia de Latinoamérica. ¿Aquello terminó?
En los años 60, tras la revolución, Cuba vivió un momento de atención de todo el mundo, y el cine cubano estuvo apoyado y contribuyó a ese impacto. Hace años que la atención no se centra en Cuba, es un país con las mismas problemáticas que otros de Latinoamérica. Son ciclos históricos que afectan al arte, pero estoy seguro de que volveremos a tener el mismo nivel. 

¿Cuáles son sus proyectos personales? ¿no le tienta volver a hacer películas?
Ahora mismo estoy centrado en la promoción cultural de los cineastas cubanos a través del Festival de Gibara y sus múltiples actividades, como foros, publicaciones y otros aspectos que se han ido desarrollando. Creo que ahí puedo aportar mi experiencia y resultar más útil que haciendo películas, potenciando a los nuevos valores del cine cubano.

Finalmente, ¿cómo está resultando su experiencia en el Certamen Internacional de Cortos de Soria?
Los festivales tienen que ver con los lugares donde se celebran y Soria es una ciudad muy acogedora en la que pasan muchas cosas. Es increíble la diversidad de eventos que tiene el certamen, con salidas, exposiciones, obras de teatro, conciertos, encuentros… Tuvimos uno con los presos comentando los cortos que fue muy interesante. La verdad es que estoy muy satisfecho y contento de estar viviendo esto aquí en Soria

 

Silvia Garrote

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Entrevista con Kepa Sojo

Conociendo a nuestro Jurado

"Ya vinimos con un corto y nos llevamos un premio. Tengo un Caballo de Soria y ahora me hace ilusión venir como jurado"


ENTREVISTA CON KEPA SOJO

 
Kepa Sojo compagina su labor como profesor de Historia de Cine en la Universidad del País Vasco con la escritura de guiones y la dirección de proyectos cinematográficos y series, y además es coordinador desde 2009 del Festival Cortada de Vitoria-Gasteiz. Es decir, vive inmerso en la cultura cinematográfica. Uno de sus cortos, Loco con ballesta, estuvo nominado a los Premios Goya. También ha pasado como cortometrajista por el Certamen Internacional de Cortos de Soria, donde logró una mención especial en el año 2002 por su corto Looking for Chencho. Desde entonces ha capitaneado varios cortos, dos largometrajes (El síndrome de Svensson y La pequeña Suiza), una serie y varias publicaciones.
 

Coordina desde 2009 el Festival Cortada de Vitoria, que este año cumple su 23 edición. ¿Qué características tiene este certamen, por qué es especial?
Es un festival de carácter nacional que pretende incentivar la producción de cortos desde las Universidades, no sólo en las Escuelas de Cine. Se centra básicamente en la proyección de cortos y apenas tiene actividades paralelas, porque es un festival de bajo presupuesto. Son cortos de cualquier temática, pero los autores tienen que ser españoles, es la única premisa. Este año hemos recibido 1.350 cortos. Es uno de los dos festivales vascos que colaboran con los Premios Goya, así que también es un incentivo para los cineastas locales.

La producción cinematográfica ya no es lo que era. ¿Cómo afecta este hecho a un festival como Cortada?
Las nuevas tecnologías han permitido una democratización a la hora de hacer cortometrajes. Yo antes rodaba en 35mm y ahora en digital. Hoy cualquiera con un móvil puede hacer un corto y editarlo con un programa en el ordenador de su casa. Los procesos de elaboración son más sencillos y existen plataformas para poder acceder a festivales. Esto tiene su lado bueno, pero también es cierto que no todo el mundo está capacitado para hacer un buen cortometraje. Nosotros visionamos todos los que nos llegan, eso sí.

Nuevas formas de consumir, plataformas digitales, vivimos un momento agitado en el mundo audiovisual…
Es un momento apasionante. Hay una gran demanda de contenidos audiovisuales, y no solo para salas de cine, sino para ordenadores, tablets, teléfonos… aunque si quieres ver Star Wars, por ejemplo, siempre elegirás una gran pantalla. Hay películas que requieren ese formato y siempre va a seguir.

¿Qué opina de que estas nuevas formas de ver contenidos audiovisuales acabarán con el cine en sentido clásico?
El cine ha vivido numerosas crisis. En los años 20 del siglo XX, cuando llegó el sonido, ya se creía que era el fin del cine, pero se adaptó y se transformó. Luego llegó el color, las mejoras de los sistemas de sonido, el vídeo, Internet… todo ha afectado y el cine sigue ahí. Hubo un retroceso con la piratería, pero ahora el cine ha vuelto y hay películas con grandes taquillas. Vivimos años convulsos, todo va a ser diferente, pero yo eso es bueno y son compatibles las nuevas formas de consumo y el cine tradicional. Yo lo comparo a los discos de vinilo. Hoy una plataforma como Spotify, en la que tienes de todo, convive con la vuelta de los discos de toda la vida.

 

"Hubo un retroceso con la piratería, pero ahora el cine ha vuelto”

Kepa Sojo

¿Cómo compagina su labor de docente y sus proyectos en cine?
En 2006 hice mi primer largometraje, El síndrome de Svensson, que casi pasó sin pena ni gloria, con solo una semana en cartel. Este año se ha estrenado la segunda, La pequeña Suiza, que ha tenido una distribución digna y después de unas semanas en las salas ha pasado a Netflix. Todo esto lo compagino con la docencia y la investigación. Es complicado, pero ahí estamos.

Su trabajo con los cortometrajes ya le había traído al Certamen de Soria…
Si, conocí a Javi (Muñiz) cuando presenté el corto Looking for Chencho, con el que nos llevamos un premio, así que tengo un Caballo de Soria. Él entonces no era el director, sino que formaba parte del Jurado. Ahora me hace ilusión venir como Jurado, porque muchas veces me lo habían pedido y no había podido hasta ahora. Así que estoy encantado.

¿Cuáles son sus próximos proyectos?
Estoy acabando un guion junto con mi mujer, que también es productora, a ver si podemos terminarlo pronto y empezar a trabajar en un largometraje. También estamos trabajando en una serie cómica de 8 episodios y estoy escribiendo sobre la Historia del cine escandinavo.

El cine vasco parece vivir un momento dulce, con mucha producción y grandes premios…
El cine vasco tiene buena salud y se están haciendo grandes películas, como Handía o La trinchera infinita. Hay muchos directores y directoras haciendo cosas interesantes, como Cobeaga, Lara Izaguirre… El cine vasco siempre ha estado a la vanguardia del cine español y creo que por los cortos que estamos viendo hay mucho talento y mucho potencial y pronto va a haber una realidad de directores y directoras de gran cine

 

Silvia Garrote

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Entrevista con Lidia Mosquera

Conociendo a nuestro Jurado

"Hablar de cortos, largos o series no tiene sentido. Obedecían a duraciones industriales que ya no existen"


ENTREVISTA CON LIDIA MOSQUERA

 
Lidia Mosquera es un nombre imprescindible en el mundo del audiovisual, ya que ha desarrollado su carrera en televisión, internet, cine y radio y ha trabajado en la planificación y ejecución de la promoción de más de 20 temporadas de series. Actualmente es la responsable de Comunicación de Movistar +.
 

Su conexión con Cuba viene de su graduación en la Escuela de Cine y TV de San Antonio de Baños, una formación que ahora ‘devuelve’, ya que es docente de esta misma escuela. En los 90 coincidió allí con Benito Zambrano, entre otros, y vivió una potente eclosión del cine cubano.

 

Usted que conoce la situación que vive el cine cubano, ¿en qué momento cree que se encuentra?
Tras la revolución, el cine cubano vivió una explosión creativa, de la mano de Humberto Solás o Gutiérrez Alea. Cuando la situación económica se complica, todo es más difícil, pero el país tiene unos niveles formativos maravillosos y creadores nunca van a faltar. Con apoyos habría más oportunidades. La globalización ayuda al mundo audiovisual, pero es un negocio muy complejo; se necesita mucha ayuda para rodar, exhibir, distribuir… Pero el talento nunca se ha perdido en Cuba.

En este mundo complicado de la industria del cine, ¿hacer cortos es una ventaja?
La industria del cine siempre ha sido difícil, pero creo que vivimos un momento bueno. Las plataformas han favorecido un boom de consumo de contenidos nunca visto hasta ahora. Podemos ver lo que queramos cuando queramos y demandamos más productos distintos. Yo creo que, con toda esta eclosión audiovisual, hablar ya de cortos, largos, series, no tiene mucho sentido. Son productos audiovisuales, independientemente de su duración. Si se hacen con honestidad y con sentimiento ahora es más fácil que nunca poder llegar al público. Lo de corto o largo obedecía a una duración industrial que ya no tiene sentido.

Sin embargo, el coste por minuto sí determina una obra audiovisual, un corto…
Sí, son las normas del mercado. Hacer una obra audiovisual es cara, no es lo mismo que producir un libro, por ejemplo. Por lo tanto, practicar en cine es muy costoso. Es lógico que los cortos hayan servido para que muchos cineastas experimentaran y también es una herramienta estupenda para las escuelas de cine, donde en un curso da tiempo a crear y terminar un cortometraje. Pero también puede ser un proyecto en sí mismo, de hecho, grandes directores han recurrido a los cortos combinándolos con cortometrajes, porque el corto permite más riesgo, más audacia, es más libre. Y, además, porque en las artes narrativas hay historias que requieren una duración determinada y no más.

Usted es la persona más indicada para hablar de la controversia entre plataformas digitales versus cine. ¿Qué opina?
El mundo ya ha cambiado. Resulta contradictorio, por no decir que hay mucho postureo, de personas que defienden la cultura de hace décadas y critican ciertas opciones mientras van en el tren viendo series en el Iphone. Vivimos ya una realidad de mundos híbridos, donde la tecnología se extiende y no siempre con resultados positivos. Aún así, yo prefiero esto que vivimos hoy que lo que teníamos hace 35 años, porque es un mundo más rico, diverso y lleno de opciones. Lo que ha cambiado ha sido la manera de consumir productos audiovisuales y las críticas llegan de los que han perdido cuota de poder.

 

"El corto permite más riesgo, más audacia, es más libre”

Lidia Mosquera 

¿Y hacia dónde nos lleva este mundo globalizado lleno de posibilidades audiovisuales?
Hay tantos productos que ya existe una especie de ansiedad audiovisual por todo lo bueno que uno se pierde… Prever hacia dónde va a ir el mercado es muy difícil. De tres años a esta parte, por ejemplo, han cambiado muchas cosas y es complicado entender por dónde irán la industria y los creadores. Lo que ya se sabe, por ejemplo, es que Atresmedia y Telefónica van a unir sus fuerzas para crear una nueva marca y liderar la producción audiovisual en España. Y eso será importante porque significa ser relevante a nivel mundial y en español. Yo creo que no se va a dejar de producir, al menos, a corto plazo, pero viviremos procesos de concentración de grupos y surgirán nuevos operadores, quizá de consumidores a demanda, veremos muchas cosas.

¿Qué novedades se están cociendo en Movistar+?
Pues estamos metidos en la locura de las series, con dos nuevas producciones. Se apostó en su día por la originalidad y el talento español y está saliendo bien, no sólo por las series originales, sino también por programas como La Resistencia, Ilustres Ignorantes o el programa de Andreu Buenafuente. Y se ha apostado por la producción de largos, como Mientras dure la guerra, de Alejandro Amenábar o de producciones arriesgadas, como ETA, el final del silencio. Al fin y al cabo, somos nosotros los más autorizados para hablar de nuestra historia y de nuestros traumas nacionales, porque si no, lo harán otros. Tengo la suerte de formar parte de un equipo con mucha valentía y arrojo.

 

Silvia Garrote

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Galerías Miércoles 27N

Escuela y Educación, Amas de Casa, Sección Oficial y Cuestión de sexo


• IES POLITÉCNICO. Escuela y Educación. Selección de Cortometrajes para Escolares.

• ESPACIO JCyL. Las amas de casa cortan el bacalao.

• PALACIO DE LA AUDIENCIA. Sección Oficial a Concurso. Programa 7 y 8

• BAR CHAYOFA. Cuestión de sexo. Selección de cortometrajes. En colaboración con La Boca Erótica.

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