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Entrevista con Pablo Berger

Pablo Berger y Yuko Arami. Fotografía Lucas Caraba Pablo Berger y Yuko Arami. Fotografía Lucas Caraba

"Mis tres películas, aunque son muy diferentes, comparten el mismo ADN"

Música de Torrebruno, Ramón Barea, un apocalipsis nuclear, un niño capullo, sierras y mucha sangre. Así fue el primer cortometraje de Pablo Berger, titulado ‘MAMA’. Corría 1988 y el corto de este cineasta y publicista de Bilbao, que contó con el diseño de producción de Álex de la Iglesia, gana el Gran Premio del Festival de Cine de Alcalá de Henares. En 1990 consigue una beca de la Diputación Foral de Bizkaia para estudiar un máster en cine en la New York University. Después de doctorado, ejerce como profesor de dirección en la NYFA (New York Film Academy). A partir de entonces, comienza una carrera paralela como publicista y realizador de videoclips, que culmina en 2003 con el rodaje de su primera película 'Torremolinos 73' con Javier Cámara, Fernando Tejero y Candela Peña.

 

Su ópera prima, una coproducción hispano-danesa, consigue multitud de premios nacionales e internacionales, entre otros, la Biznaga de Oro a la mejor película en el Festival de Málaga, así como cuatro nominaciones a los Premios Goya (incluyendo mejor guion original y director novel). 

En 2012 estrena la coproducción hispano-francesa 'Blancanieves'. Entre otras distinciones, fue galardonada con diez premios Goya 2013 (incluyendo mejor película y guion original), el premio Ariel a la mejor película Iberoamericana 2013, representó a España en los Oscar 2013 y ganó el premio especial del Jurado en el Festival de San Sebastián. También estuvo nominada a los European Film Awards como mejor película y mejor director y a los César como mejor película extranjera 2014. Su última película, 'Abracadabra', se estrenó en el verano de 2017 y fue una de las tres finalistas para representar a nuestro país en los Oscar. Pablo Berger fue nominado al Goya al Mejor Guion Original y la cinta tuvo otras siete nominaciones en estos premios.

En la actualidad está en la fase primigenia de un nuevo proyecto cinematográfico, que habrá que redondear y para el que habrá que buscar financiación. Porque, aunque seas Pablo Berger, convencer a las productoras para que crean en las posibilidades de una película siempre es tarea difícil y larga en este país, a veces es cuestión de años. “Hacer ‘Torremolinos 73’ nos costó ocho años, y a pesar de que funcionó muy bien, de premios y de taquilla, después nadie quería hacer ‘Blancanieves’”, señala Berger en el Salón Gerardo Diego del Casino Amistad Numancia, donde se exponen las icónicas fotografías de su esposa y colaboradora, Yuko Arami.

Costó, pero al final se llevó adelante esta increíble adaptación del cuento de los hermanos Grimm, dando la vuelta hasta llevarlo a la España de los años 20, la España del bombero torero, los lutos eternos y el blanco y negro. Y ya forma parte de nuestra memoria colectiva esa mala malísima Maribel Verdú y esa Macarena García, llena de luz y de gracia y rescatada por los enanitos del Bombero-Torero. Y volvió a triunfar. Y volvió a costarle lo suyo hacer su tercera película, ‘Abracadabra’, una retorcida historia de pareja de nuevo con Maribel Verdú y, esta vez, Antonio de la Torre.

"Creo que mis tres películas, aunque son muy diferentes, comparten el mismo ADN", señala Berger. En la misma línea se expresa Yuko Arami, en la conversación que mantenemos mientras ultiman la exposición ‘Blancanieves’, que podrá verse hasta el día 25 de noviembre. Esta preciosa muestra, de unas 30 fotografías, ha sido posible a la Fundación Loewe. Muestra parte del trabajo de foto fija de Arami en la película, aunque también los actores posaron para ella y se mostraron muy colaboradores. “El trabajo de fotografía de Yuko en las películas es muy discreto, casi invisible, en ningún caso interrumpe el proceso creativo. Después ves las fotografías y te sorprenden”, señala Berger. Pero Yuko Arami es mucho más que la foto fija de las películas de este cineasta y publicista vasco. “En realidad, trabajamos codo con codo, Yuko es mi mitad en las películas”. Además de la foto fija, es productora asociada y editora musical, entre otras cosas. Yuko encuentra un punto de unión entre japoneses y españoles en la familia, el respeto a los mayores, la sociabilidad, el amor por la comida… Pablo cree lo mismo: “Los japoneses son muy sociales, les gusta mucho la calle, tomar algo después del trabajo, salir a comer. En ese sentido, nos parecemos mucho más de lo que se cree”. Añade Yuko que le encanta de los españoles su “forma de disfrutar la vida, a cualquier edad. Me parecen increíbles esos salones de baile de gente mayor que lo pasan tan bien.

Berger-Arami, un binomio España-Japón que parece escrito por el mejor guionista para cerrar esta XX edición del Certamen de Cortos de Soria, tan japonesa. 

¡Hasta pronto!

Sugu ni aimashō

Silvia Garrote

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