Entrevista con María Bardem
MARÍA BARDEM. SCRIPT. HIJA DEL DIRECTOR JUAN ANTONIO BARDEM
“Mi padre era un líder. Fue un honor estar a su lado y ver cómo se relacionaba con el equipo”
Hija del mítico director de cine Juan Antonio Bardem, María, al igual que la mayoría de los miembros de su familia, ha continuado vinculada al mundo cinematográfico. Ella en su labor de script o supervisora de continuidad, se define como la encargada “de que haya una continuidad en la ilusión de lo que se está narrando”. “Somos los notarios del rodaje”, afirma. Ha regresado a Soria, donde estuvo rodando la serie ‘El Cid’ justo antes de la pandemia, para presentar dos libros sobre su padre y también para recoger el Caballo de Honor del XXIV Certamen Internacional de Cortos Ciudad de Soria.
Vamos a empezar sentando las bases. ¿Cómo prefieres que denominemos tu profesión, script o supervisora de continuidad? Porque creo que hay cierto desconocimiento de la profesión…
Sí, hay desconocimiento. Cuando empezamos éramos como secretarias de rodaje y se equivalía a secretaria de producción. Después nuestra labor pasó a denominarse supervisora de guion, porque todas las que hacíamos esa tarea éramos mujeres.
¿En qué consiste exactamente esta tarea?
Supervisamos la continuidad a muchos niveles. Llevamos a cabo una producción avanzada tanto del relato como temporal y para ajustar los días narrativos, que es algo muy importante. Hay un trabajo muy importante de preparación. Los scripts somos los notarios del rodaje. Durante muchos años ha sido una tarea ejercida por mujeres pero poco a poco se ha ido abriendo a los hombres. Y somos los encargados de que haya continuidad en cada plano y en cada escena. Somos los encargados de que haya una continuidad en la ilusión de lo que se está narrando, tenemos que evitar que ninguna incidencia saque al espectador del relato.
¿Qué cualidades crees que tiene que tener un buen supervisor de continuidad?
Una salud de hierro, ser capaz de mantener la atención durante largos periodos de tiempo y tomar notas de todo. Somos los encargados de tomar acta de todo. Somos el engranaje entre el director y el montador porque cada día, cuando finaliza el rodaje, tenemos que hacer un informe extenso de todo lo que se ha grabado y poner anotaciones que facilite el trabajo de los montadores. Somos la correa de transmisión entre el rodaje y el montaje. Tenemos que ser multifunción. Al montador le llega todo lo que se rueda en un día, que suele ser mucho, y ese volumen de material le llega en bruto por lo que necesita anotaciones y cualquier ayuda para saber dónde está la información con la que tiene que trabajar.
¿Crees que es necesario que se ahonde en la formación de los profesionales que van a desempeñar esta tarea?
Creo que en España existen problemas a nivel formativo en esta materia y que en muchas ocasiones se considera un trabajo secundario. No hay una formación seria al respecto y en el mejor de los casos se estudia únicamente un año. Quienes quieren ser scripts en España se tienen que buscar la vida. Durante el Franquismo, por ejemplo, existía el Sindicato Vertical y para ir ascendiendo era necesario que hicieras un número determinado de películas. Nosotros tuvimos suerte porque mi padre nos dio entonces trabajo a todos. A mí me dio a elegir entre rodaje y montaje y el rodaje me pareció más atractivo. Entonces no era consciente de lo que iba a suponer para mí pero sí de que estaba en el meollo porque estar al lado del director es enterarte de todo, aunque a veces no es una relación fácil.
¿Qué supuso para ti trabajar junto a tu padre?
Fue un orgullo absoluto. El nivel de conocimiento y control que mi padre tenía de las películas, de los planos, era absoluto. Tenía la película en la cabeza. No hay que olvidar que él era ingeniero y rodando era muy científico. Fue un honor estar a su lado y ver cómo se relacionaba con el equipo. Muchas veces la relación era un poco dura pero sé que siempre podía contar con él.
Este 2022 se cumple el centenario del nacimiento de tu padre, el director Juan Antonio Bardem. Se han llevado a cabo diferentes acciones para poner en valor su legado pero sé que la familia tenéis algún proyecto pendiente…
Algo que nos da un poco de rabia es que no hay una biografía sobre mi padre, y era uno de los proyectos que teníamos y que nos hubiera gustado que viera la luz este año; pero no ha podido ser. A través de los libros que hemos presentado en Soria hemos abierto una puerta a conocerle un poquito más a través de sus escritos, cartas y críticas. Y también a través de la página web que hemos creado hace poco. Me gustaría que esta información sirviera para los estudiosos. La página web la hemos financiado la familia. Para poder llevar a cabo los libros que hemos presentado recientemente hemos contado con la colaboración de la Academia de Cine a través de las Ayudas Berlanga, lo que nos permitió realizar la investigación que ha visto la luz en estos libros publicados por Ocho y Medio y por La Seminci. Para que otros proyectos salgan adelante necesitamos colaboración de las instituciones.
Aunque provenía de una familia de actores tu padre realizó estudios universitarios…
Sí, mis abuelos quisieron que diera el salto de clase y saliera del mundo de la farándula. Pero una vez terminados los estudios se creó la primera Escuela de Cine y mi padre vio ahí una salida. Mi padre era un líder.
En ocasiones lamentáis que se centre el foco en Berlanga y no se haga en Bardem…
Berlanga era anarquista burgués independiente y mi padre era comunista, por lo que siempre fue muy incómodo, y creo que esa diferencia de clases le ha pesado mucho a mi padre, incluso con el paso de los años. Lo que nosotros queremos es recuperar y poner en valor la figura de mi padre porque se le ha estudiado mucho pero ha estado en un segundo plano. Muchas veces intentan enfrentar la figura de Berlanga y la de mi padre… Lo que sí hemos notado es una falta de interés por los proyectos que presentamos. Queríamos hacer un itinerario por Madrid que recorriera las casas vinculadas a mi familia y no vimos ningún interés por parte de las instituciones que lo tenían que promover. Echamos de menos a veces que se cuide a la gente de la cultura.
Además de ese proyecto nos gustaría que se hiciera una exposición y junto a mi hermano , Juan, que es músico, nos encantaría hacer un concierto de las bandas sonoras de las películas de mi padre. Ese proyecto sería algo muy especial para nosotros.
¿Es tu primera visita a Soria?
¡No, qué va! En primavera del 2020 terminé de rodar aquí ‘El Cid’. Pasamos varios meses en la provincia, rodando especialmente en Almenar y Almazán. Yo trabajé de script en la serie y recuerdo que justo antes de que nos confinaran por el Covid yo estuve encerrada en casa visionando una batalla alucinante que habíamos rodado los días anteriores para avanzar en el trabajo. Y fue entregarla y que nos confinaran. Fue lo último que hice antes de ese 14 de marzo. Y me gustó mucho estar en Soria, aunque reconozco que pasé algo de frío y me tuve que comprar un abrigo porque a veces rodábamos con lluvia artificial y necesitaba uno bueno que no me calara.